Obviedades al margen como el demoledor costo del barril de crudo; el catacrash del ladrillo o la incapacidad de multitud de familias para hacer frente a la hipoteca nos encontramos con la ambigüedad de la actual administración en materia de promesas (prestaciones sociales) electorales: ¿Cheque bebe? ¿Ayuda para la emancipación? ¿Ley de dependencia? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuándo?
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Nada nuevo bajo el sol. Lanzamiento de iniciativas electorales con el propósito de conseguir votos y luego programar requisitos leoninos para cumplirlos. ¿Cuántos jóvenes han conseguido la susodicha ayuda para la emancipación? Que me avisen cuando alguien la consiga. En el mismo orden de cosas; ¿Cuándo estará al alcance de todos los dependientes la ayuda promovida para ellos? Habrá que esperar un poco. ¿Qué equidad hay en la no concesión del cheque bebe a un neonato que naciera a día de hoy en nuestro país, cuyo padre fuera español y cuya madre extranjera no llevara un periodo de tiempo que el Estado considerara suficiente? ¿Por qué si se le otorgaría si se invirtiera las nacionalidades de los padres en el supuesto anterior? Esto está sucediendo. ¿No contradice ello la tan exaltada, llevada y traída, paridad de género?
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Un famoso historiado británico, Lord Acton (1834-1902) lo resumía muy bien: “El poder corrompe, el poder absoluto, corrompe absolutamente”. A veces parece utópico el aforismo politológico: “Government of the people, by the people and for the people”. Espero que éste no sea el caso. Zapatero a tus zapatos.
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