Les mots me manquent…

La estolidez humana elevada al cubo. Burundi. África Oriental. Un niño albino afronta un tribunal creado para la ocasión. Al parecer, entre subdesarrollo, juegos de Mancala, trovas y partidos de fútbol, existe en Burundi un pequeño resquicio, un intersticio, para el racismo. Pequeño negro albino o en Kirundi vernáculo, un “enviado del demonio”.

Son un par de telediarios...

Ciertamente, es trágico ver que aún se levantan muros ideológicos y dogmáticos. Si la vida es difícil, indudablemente se hace más ardua con tanto anacronismos y encorsetamiento burdo. Dejad a la gente que sea feliz. Dejad que la sociedad evolucione.

Todos los caminos llevan a Roma:

Un gol que vale una final

¿Cuál fue la verdadera razón?

Grandes...

¡Qué grandes!