lunes, diciembre 12, 2005

Deportista en forma, deportista enfermo:

Fullerías, argucia y tretas de última generación

Por Ignacio Romo
Los comisarios del Comité Internacional Olímpico (CIO) tendrán que agudizar aún más el ingenio si quieren seguir atrapando a los tramposos del deporte. Éstos inventan maneras cada vez más sofisticadas e inverosímiles de eludir los controles antidopaje y, al menos hasta el momento actual, sus esfuerzos han dado fruto porque siempre han conseguido sacarle varios cuerpos de ventaja a la ley. Algunos de estos procedimientos son caros, complicados e, incluso, pueden poner en serio riesgo la vida y la salud del atleta. Otros simplemente rayan la locura o sorprenden por su simpleza. El último truco para ocultar el dopaje del que se ha tenido conocimiento se basa en degradar los elementos ilegales de naturaleza proteica, como la EPO o la hormona de crecimiento, impregnando el interior de los frascos de orina con un polvo de proteasas. Estas enzimas destruyen las pruebas y el análisis da negativo. También se ha llegado a diseñar un pene de plástico unido a un depósito con orina 'limpia' para miccionar con total impunidad un líquido fuera de cualquier sospecha. Para tratar de atajar éstas y otras estratagemas similares, el CIO sigue trabajando, muchas veces en silencio para no alertar a los pillos, a destajo. Concretamente, a partir de este momento, los atletas que hayan de pasar por el control antidopaje deberán hacerlo provistos de guantes, para no tocar el frasco de muestras, y delante de los atentos ojos de los comisarios, para evitar 'cambiazos' de última hora.
La escena que vamos a describir no pertenece a una película sino a la vida real. Un deportista acude al control antidopaje una vez finalizada una determinada prueba. Justo antes de orinar, nuestro protagonista hurga en su mochila, extrae un pequeño frasco, lo abre y vuelca un poco de polvo en sus manos. Se frota las manos con él, como si fuera magnesia, y se dispone a pasar el análisis pertinente.
El atleta recibe otro bote, esta vez de manos del médico de la competición. En él debe depositar su muestra de orina. Toca el recipiente por fuera y por dentro. En realidad lo toca mucho, lo manosea más de la cuenta por su cara interior antes de orinar en él.
El objetivo de esta concienzuda manipulación no es otro que impregnarlo de ese polvillo con el que se ha frotado las manos previamente. ¿Por qué? Pues porque esta misteriosa mezcla contiene proteasas, un tipo de enzimas cuyo cometido es descomponer proteínas..., como la hormona de crecimiento (hGH) o la eritropoyetina (EPO).
Guantes
Los médicos especialistas en controles 'antidoping' llevan meses asistiendo a estas prácticas y ya están tomando medidas para acabar con esta variedad de enmascaramiento de las muestras. Al parecer no son pocos los atletas que, a la vez que se siguen dopando con hormonas de naturaleza proteica (como la hGH o la EPO) utilizan enzimas para untar la cara interior de los botes de orina.
Con el paso de las horas, las proteasas van degradando la estructura de las sustancias prohibidas que se encuentran en la micción del deportista. Así, en el momento del análisis, el laboratorio es incapaz de identificar las moléculas que originariamente se encontraban en el frasco y el resultado será negativo.
En el oscuro mundo del dopaje, la trampa siempre ha ido por delante de la ley. Por eso ahora el Comité Internacional Olímpico (CIO) está promoviendo un procedimiento adicional en el momento de pasar el control. Por este motivo, los deportistas seguirán sometiéndose al protocolo habitual, pero con un pequeño añadido: deberán sujetar el bote con guantes.
Beber agua
La utilización de proteasas es uno de los métodos más novedosos para escapar de los controles de dopaje. Pero no es el único. Los médicos están alertando también de otro procedimiento que no es otro que la hiperhidratación previa al control. Y la realidad es que es difícil imaginar una técnica más sencilla para evitar un positivo. Se trata, simplemente, de beber, beber y beber agua hasta límites insospechados, antes de pasar el control.
Ingerir una gran cantidad de este líquido de golpe -algunos deportistas han llegado a tomar cuatro litros en muy poco tiempo- consigue diluir la orina de tal manera que se rebaja la concentración de cualquier sustancia. De esta manera, las hormonas prohibidas no llegan a los niveles mínimos que se requieren en los análisis del laboratorio para poder afirmar, con cierta seguridad, que el deportista ha hecho trampas.
El problema que encierra esta práctica es que atiborrarse de agua hasta esos límites, puede provocar un desequilibrio entre las sales minerales del organismo (sodio y potasio, fundamentalmente), lo que a su vez desencadena mareos, desmayos y problemas musculares. No obstante, estos efectos no parecen preocupar en absoluto a los que quieren ocultar las sustancias prohibidas a toda costa.
Adelantarse
Escapar de los controles es el objetivo de los deportistas que han decidido 'cruzar la raya' y asumir el riesgo de doparse para mejorar sus resultados deportivos. Sin embargo, esto no es una tarea fácil; sobre todo desde que casos como el de 'Juanito' Muehlegg (el esquiador de fondo alemán, español nacionalizado, fue desprovisto de varias medallas hace dos años al dar positivo por darbepoyetina, una sustancia similar a la EPO) revelaran importantes avances en la detección de sustancias.
Hasta hace poco, la estrategia más simple para no dar positivo era utilizar una sustancia dopante de reciente aparición y que aún no fuera detectable en los controles. A lo largo de toda la historia de la lucha antidopaje, siempre se ha constatado que la irrupción de sustancias dopantes lleva años de ventaja sobre la puesta en marcha de los tests para detectarlas. A modo de ejemplo, la EPO comenzó a estar disponible en 1987 y sólo pudo ser detectada trece años después.
Actualmente, también hay sustancias indetectables y que están siendo utilizadas en el deporte. Se trata principalmente -aunque no exclusivamente- de sustancias de efecto anabolizante para las especialidades de velocidad y potencia; así como de principios activos que elevan las tasas de hematíes para pruebas de resistencia.
La IGF-1 (factor de crecimiento de la insulina, una prehormona capaz de aumentar la masa muscular de manera indirecta) y la CERA-EPO (una forma más sofisticada de eritropoyetina que se libera de manera más lenta y que tiene una acción más modulada) son dos de las más utilizadas. Así, cualquier deportista que hoy en día se administre IGF-1 sabe que no va a ser 'cazado' porque la investigación en la detección de esta sustancia se desarrolla con mucha lentitud.
Sin embargo, lo sucedido en Salt Lake City (EEUU), donde se celebraron los Juegos Olímpicos de invierno en 2003, con el esquiador Johann Muehlegg debe poner sobre aviso a los deportistas. Al contrario de lo que sucedía hasta ahora, el CIO no siempre anuncia 'a bombo y platillo' sus avances en la detección, de manera que, a veces, parece que van más retrasados de lo que lo hacen en realidad. En ocasiones, prefiere callar y coger desprevenidos a los que ignoran que la sustancia que utilizan ya puede ser interceptada.
El caso Balco es otro ejemplo de por dónde intentan escapar los deportistas que se dopan. Estos laboratorios, ubicados en San Francisco (EEUU), salieron a la palestra hace un par de años cuando fueron procesados por haber desarrollado y suministrado agentes dopantes novedosos a muchos atletas de elite, entre las que figuran, por ejemplo, Marion Jones, plusmarquista y reina indiscutible del atletismo estadounidense hasta que este episodio puso su reputación en entredicho.
De hecho, la garantía que ofrecían a sus clientes era que dichas sustancias pasaban desapercibidas en los controles vigentes en aquel momento, puesto que estaban formuladas a partir de sustancias prohibidas, pero presentaban una 'carrocería' completamente nueva.
El producto 'estrella' de Balco fue la THG (tetrahidrogestrinona). En este caso, el laboratorio tomó un esteroide anabolizante -hormona prohibida que estimula el desarrollo muscular de forma artificial- y realizó una leve modificación en su estructura química para conseguir que pasase desapercibido en los controles pero siguiese manteniendo sus propiedades 'ilegales'.
Hasta que un entrenador decidió enviar, de manera anónima, una jeringuilla con THG a las autoridades encargadas de perseguir el dopaje, esta sustancia estuvo campando con total impunidad en los vestuarios de muchos corredores, como la citada Jones. De hecho, varios velocistas de la selección estadounidense cayeron en desgracia cuando se destapó el caso, puesto que también iban dopados con THG.
Camuflaje
Otra forma muy frecuente de engañar a los análisis se basa en calcular los tiempos de eliminación de las sustancias en el organismo. Cuando, por ejemplo, un lanzador de peso -quizá la especialidad más castigada por el dopaje a lo largo de la historia- toma esteroides anabolizantes, suele buscar las moléculas llamadas de eliminación rápida. Es decir, se trata de consumir hormonas que van a desaparecer del organismo en pocos días con el fin de reducir al máximo su tiempo de presencia en orina.
Sin embargo, desde la puesta en marcha de los controles por sorpresa, esta práctica no está exenta de riesgos. Si un atleta es controlado sin previo aviso dos o tres veces en una temporada y realiza algunos ciclos de dopaje al año (debe hacerlo si quiere obtener las ventajas que ofrece esta práctica ilegal), existe un cierto riesgo de dar positivo porque se puede producir una coincidencia en el tiempo.
Existe otra vía de camuflaje del dopaje que se reduce, simplemente, a sustituir la muestra de orina. Sucedió por vez primera con ocasión de un control efectuado a Katrin Krabbe, la reina de los 100 metros lisos en los Mundiales de Tokio de 1991. La alemana, al igual que su compatriota y especialista en 400 metros Grit Breuer, se sometió a análisis en Sudáfrica y cuando se analizaron ambas muestras se comprobó que la orina pertenecía a una misma persona . ¡que resultó que no era ninguna de ellas!
La investigación posterior demostró que ambas -probablemente aprovechando un despiste de los médicos- habían rellenado los frascos con una bolsa que contenía orina 'libre de doping'. Una variante de esta trampa sería la inyección de orina 'limpia' directamente al interior de la vejiga del deportista justo antes del control; pero más sofisticado aún fue el caso de los lanzadores húngaros Fazekas y Annus, que perdieron sus medallas de oro de disco y martillo respectivamente en los últimos Juegos de Atenas al descubrirse que habían utilizado un pene artificial unido a una bolsa con orina falsa. Este increíble artefacto (conocido como Whizzinator y que se comercializa en cinco colores de piel diferentes) está compuesto de un pene de plástico unido a un depósito que se llena de la orina 'libre de doping'. Este curioso dispositivo surgió a partir de que se implantara la norma de que los atletas tenían que orinar en presencia de un comisario antidopaje, sin posibilidad de meterse en un cuarto de baño y dar el 'cambiazo' fácilmente.
La sangre
En el caso de los deportes de resistencia (como el ciclismo o el mencionado esquí de fondo), la vía más utilizada para sortear los controles es la de falsear las muestras de sangre. Teniendo en cuenta que en ocasiones este análisis se usa como sistema de cribado antes del de orina, si se consigue alterar el resultado del primero, suele evitarse el segundo. Y ¿cómo se falsea un análisis de sangre? Pues de manera similar a la orina: tratando de diluir la muestra para que las concentraciones de los elementos ilegales pasen desapercibidas.
Esta práctica se ha dado fundamentalmente para esconder la EPO y otras sustancias análogas. Éstas se emplean en deportes de resistencia para mejorar el aporte de oxígeno al músculo mediante el incremento de la tasa de glóbulos rojos. El precio que hay que pagar por aumentar el volumen de hematíes es que la sangre se hace más densa (la proporción de glóbulos rojos aumenta, pero la cantidad total de plasma sigue siendo la misma).
El espesor de la sangre se mide con una cifra: el archiconocido hematocrito. Como por encima de 50 no está permitido participar en competiciones porque, además, una sangre demasiado espesa favorece la formación de trombos, los deportistas que se dopan con EPO y similares suelen recurrir a los expansores del plasma la noche previa al control para que su sangre parezca más 'líquida'. El volumen plasmático aumenta, el número de glóbulos rojos parece menor, el hematocrito baja y el ciclista puede competir.
Sin embargo, para este procedimiento también han surgido maneras de vigilancia. Hace unos años en el ciclismo se implantaron los polémicos 'vampiros' (nombre que se dio a los que irrumpían en las habitaciones de los ciclistas por sorpresa para extraerles la muestra a primera hora de la mañana). Precisamente la acción de estos 'vampiros' fue lo que costó al fallecido Marco Pantani su expulsión, por sospecha de dopaje con EPO, en la última jornada del Giro de Italia en 1999.
El intento más absurdo de huir
Uno de los intentos más extraordinarios, y a la vez más surrealistas, de evadir un control de dopaje fue el de Michelle Smith. Esta nadadora irlandesa, una total desconocida hasta ese momento, se proclamó reina de la natación en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, al hacerse acreedora de tres medallas de oro en 200, 400 y 400 metros libres y, además, obtener otra de bronce. En aquel momento, incluso los más optimistas no daban apenas crédito a la fabulosa progresión de esta deportista y las voces que sugerían un posible dopaje no se hicieron esperar. Smith se limitó a lamentar los comentarios maledicentes y siguió adelante con su brillante y prometedora carrera. Dos años después de sus laureles en los Juegos Olímpicos, la irlandesa se sometió a un análisis de orina tras una competición internacional. Nadie sabe muy bien lo que pasó allí, pero lo cierto es que Smith se quedó sola durante unos minutos y entregó un bote que desprendía un fuerte olor. Al analizar la muestra en los laboratorios, y a pesar de que se encontraron trazas de testosterona (una hormona masculina que indicaría un posible 'doping') lo que realmente se encontró fue: ¡whisky! De poco le sirvió el cambio: la nadadora fue suspendida por dopaje y toda su carrera deportiva, en especial su extraña progresión del año 1996, quedó en entredicho para siempre.

lunes, diciembre 05, 2005

Defecos, flatulencias, ventosidades…

Joer Pepe, ¡se me quedó el rollo arriba y esta viene líquida!

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lunes, noviembre 21, 2005

Aunque el fútbol cada vez me guste menos…

... un Madrid-Barca, es siempre un Madrid-Barca, sobre todo cuándo puedes ufanarte de la victoria de tu equipo

¡Upps! Ahora sí, en lo estrictamente deportivo, una imagen que bien podría definir el aterrador nocaut sufrido por el equipo blanco: “¿Quieres más cera muchacho o te vale con esta? ¡Levántate y lucha como un hombre!”

lunes, noviembre 14, 2005

Vamos a plagiar un rato “tralalá”, vamos a copiar un rato “tralalá”…

Combate pugilístico en la cumbre: Kate Moss vs. una reciente Elsa Pataky. Desde el “Opium” de YvesSaintLaurent hasta la gran pantalla con “Ninette”

La portada discográfica del grupo hardcore “Minor Threat” con un reciente anuncio de la marca de ropa deportiva Nike.

¿Han copiado el cartel del “Dogville” de Triers?

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lunes, noviembre 07, 2005

lunes, octubre 31, 2005

Por fin: ha nacido

Se llamará Leonor
(Dios nos guarde: ¿Por qué se ha intentado acallar esta noticia? ¿Cuál es la razón por la que nadie habla de ello? ¿Por qué el seguimiento mediático está siendo tan paupérrimo?)

viernes, septiembre 23, 2005

Como cuando me tiraba con el cochito de pedales…

Retrocediendo en el tiempo al año 1996, Juegos Olímpicos de Atlanta: un recio negro, de feo estilo, forjaba una marca sideral: 19.32 segundos en 200 metros lisos.

Lo que he sentido en los últimos meses se resume en una palabra: presión. Me he visto en las portadas de todas las revistas, me han llamado de todas partes, me han visitado en casa, me han llamado para decirme que no me preocupe por la presión y así han añadido más presión. En los últimos días la presión aumentó, pero a mí me gusta la presión. Me gusta estar asustado y nervioso. Las mejores cosas las he hecho siempre bajo presión.

Todo mi trabajo desde que salí del colegio universitario, todos los entrenamientos, todos los sacrificios y dolores, todas las cosas que han ocurrido estaban encaminados a conseguir esto, precisamente esto. Entrar en la historia del atletismo.

El record del mundo no es lo más importante. Hay un montón de gente que puede decir que tuvo el récord del mundo. Se baten para ser batidos de nuevo. Lo importante es que soy el primer atleta en la historia que ha ganado los 200 y 400 metros.

Me tropecé en los tacos en la cuarta zancada. Quizás perdí un par de centésimas. Salí fuerte, concentrado en trabajar con mis brazos y relajarme. Entre los 80 y 90 metros creí estar ya en control. Tenía que resistir, pero ya confiado. Y, a falta de quince metros, sentí un pinchazo, creo que es una cosa leve.

Cuanto tengo que correr dos carreras al día es estupendo. Todo nuestro programa de entrenamiento está destinado a días con múltiple4s carreras. La gente está contenta con lo que ha visto. Pero verían el espectáculo real en uno de nuestros entrenamientos.

- ¿Nos podría explicar qué se siente al realizar una gesta como esta?

Mi padre me compró un cochecito de pedales cuando era un crío y nos tirábamos cuesta abajo cerca de casa. Sólo puedo compararlo con esa sensación. Es una gran emoción y placer.

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miércoles, septiembre 21, 2005

¿Qué es un premio?

La literatura como una utopía...

La concesión de un premio crea una situación inusitada. Quienes lo otorgan están obligados a creer que su decisión ha sido la óptima. Quienes lo aceptan están obligados a creer que se lo merecen. Ambos supuestos, en una circunstancia determinada, podrían ponerse en entredicho. Estos discutibles supuestos son aún más dudosos si el premio no se otorga a una actividad cuyo mérito puede medirse con más o menos objetividad, como el deporte o la ciencia, sino al dominio de la cultura, las artes y el pensamiento.En éste, el mérito parece resistir la medición objetiva. En efecto, parece que, en las artes, el único juicio seguro es el de la posteridad; con ello quiero decir el juicio emitido dos o tres generaciones después de que la obra está concluida y su autor ha desaparecido.Mueve a la humildad saber que, de todos los libros encomiados, de los libros tenidos por parte genuina de la literatura, y publicados, digamos, en cualquier decenio en particular -nunca más de cinco a diez por ciento de las novelas, la poesía y el ensayo serios publicados en el periodo-, sin duda no más de uno por ciento en efecto perdurarán, es decir, su interés será permanente, parecerán valiosos, aún los disfrutarán las generaciones venideras y merecerá la pena leerlos y releerlos. Nadie puede predecir el juicio de la posteridad -que en última instancia es el único que cuenta- acerca de una obra literaria o artística en particular. Por lo que en este sentido toda distinción en el ámbito de la cultura sólo puede expresar un reconocimiento condicional que espera su confirmación o refutación posterior. No obstante, esos galardones nos parecen menos problemáticos si pensamos que manifiestan algo más que reconocimiento o fe en los logros de cualquier escritor o artista. Manifiestan una fe en la propia actividad.Por lo tanto, la mejor reflexión que puede hacerse sobre un premio literario significativo es que afirma la importancia, la gloria (si se me permite una palabra tan grandilocuente), de la literatura misma. Éstas son al menos mis reflexiones en ocasión tan destacada, en la que he sido distinguida como una de las dos merecedoras del Premio Príncipe de Asturias de Letras.Cuando pienso en la literatura, en la infinitamente diversa aventura de afanarse con el lenguaje para contar historias y transmitir el conocimiento profundo en el que me he anclado, comprometido, durante toda mi vida como persona moral y consciente, pienso en un amplia escala de valores que en realidad son metas o modelos con los cuales juzgo mis actividades personales y literarias.En un sentido, el empírico o fáctico, la literatura es meramente la suma de todo lo escrito y tenido por literatura. En otro sentido, el ideal, la literatura es la suma de todo lo que mejora, enaltece y hace más necesaria la actividad literaria.En esta segunda y más valiosa acepción, la literatura honra -y representa- metas ideales en sentido estricto. Es decir, nunca alcanzadas del todo. Sin embargo, son aún más irresistibles y ejercen mayor autoridad como ideales precisamente porque resulta muy difícil mantenerlos.Alguien podría rechazar, como una suerte de enternecedor disparate, lo que me propongo encomiar aquí. Pero yo no lo veo así en absoluto. Estas normas morales, estos ideales, no son una ilusión.Imaginemos la literatura como una utopía... un lugar en el que imperan los modelos más encumbrados, casi inaccesibles. Se pueden deducir unas cuantas normas de una interpretación determinada de la literatura, de la que importa, que sigue importando durante decenios, generaciones y, en pocos casos, durante siglos. Ésta es mi utopía. Es decir, aquí están los modelos que infiero o me parece que sustenta la empresa de la literatura.
Uno. Las actividades literarias (la escritura, la lectura, la enseñanza) son una vocación ideal, una prerrogativa, más que una simple carrera, una profesión, que se sujeta a las nociones comunes de "éxito" y al estímulo financiero. La literatura es, en primer lugar, una de las maneras fundamentales de nutrir la conciencia. Desempeña una función esencial en la creación de la vida interior, y en la ampliación y ahondamiento de nuestras simpatías y nuestras sensibilidades hacia otros seres humanos y el lenguaje.
Dos. La literatura es una arena de logros individuales, de méritos individuales. Esto implica que no se confieren premios y honores al escritor porque representa, digamos, a las comunidades débiles o marginadas. Esto implica que no se hace uso de la literatura o de los premios literarios para respaldar fines ajenos a ella: por ejemplo, el feminismo. (Hablo como feminista.) Esto implica que no se reparten recompensas a los escritores como medio de pagar consecutivo tributo a la diversidad de las identidades nacionales. (Así es que si los mejores tres escritores del mundo son, por ejemplo, húngaros, entonces lo ideal es que los jurados de los premios no se inquieten porque los húngaros reciben demasiados galardones.)
Tres. La literatura es primordialmente una empresa cosmopolita. Los grandes escritores son parte de la literatura mundial. Deberíamos leer a través de las fronteras nacionales y tribales: la gran literatura debería transportarnos. Los escritores son ciudadanos de una comunidad mundial, en la que todos aprendemos y nos leemos los unos a los otros. Si consideramos que cada logro literario significativo es, en última instancia, parte de la literatura del mundo, nos hacemos más receptivos a lo foráneo, a lo que no es "nosotros". El poder característico de la literatura es que nos deja una impresión de extrañeza. De asombro. De desorientación. De que nos encontramos en otro lugar.
Cuatro. Las diversas pautas de excelencia literaria, en el seno de las literaturas en todos los idiomas y en la gama entera de la literatura mundial, son una lección cardinal sobre la realidad y la conveniencia de un mundo que aún es irreductiblemente plural, diverso y variado. El mundo pluralista actual depende del predominio de los valores seculares.Es posible, desde luego, exponer lo que denominamos modelos de un modo más enérgico (y acaso más controvertido), como antipatías, como negativas. Así es que, para enunciar de otra manera lo que acabo de decir:
Uno. Desprecio a los valores mercenarios.
Dos. Aversión a hacer uso principalmente instrumental de los escritores; por ejemplo, celebrar a los autores sobre todo en calidad de representantes de comunidades que se imaginan marginadas, con el fin de manifestarles su apoyo.
Tres. Cautela ante el filisteísmo cultural que se encubre con la aplicación de los valores democráticos en materia literaria. Desconfianza permanente de las afirmaciones nacionalistas y las lealtades tribales.
Cuatro. Eterno antagonismo contra las fuerzas represivas y la censura.Estos son en efecto valores utópicos. No se han cumplido. Pero la literatura, la literatura en su conjunto, aún los encarna. Aún estimulan a los escritores. Aún nutren a los lectores, a los verdaderos lectores. Y es también lo que celebra todo premio literario importante. Por estos valores me honra que la Fundación Príncipe de Asturias me haya elegido como una de las galardonadas con este destacado premio. Susan Sontag.
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“¡Dientes, dientes!: Que eso es lo que les jode”

¿A qué hora pasa el barco que va para Serrano?

sábado, septiembre 17, 2005

...

Extracto sacado de una entrevista que servidor realizó hace un año a un famoso e importante psiquiatra local: “… pero eso (la reclusión característica del enfermo frente a la sociedad) solo es combatible cambiando la mentalidad de la gente. ¡Qué ya he mejorado mucho, ehh! En mis tiempos, cuando yo estudiaba Psiquiatría, viví una etapa regresiva. La gente vía normal que el esquizofrénico tenía que estar encerrado (…) Se les practicaba lobectomías cerebrales. Se abusaba, además, del electro choque. Existían, por ejemplo, las cadenas, habían ganchos en las paredes del psiquiátrico donde se ponía una argolla y de esta salía una cadena que rodeaba la cintura del paciente que estaba allí horas y horas, e incluso días, según lo estimara el médico oportuno. Se le echaba de comer en platos de hierro o aluminio por debajo sin abrir la puerta como en una celda, como si fuera un animal; y el enfermo comía con la boca porque se pensaba que con una cuchara o un tenedor podía matar a alguien. Se ha evolucionado muchísimo”

BanglaDesh. Año 2005.

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miércoles, agosto 31, 2005

Mi curro: El edén de la comida sana

Naturalïs es un encantador y original bareto ubicado en la avenida de las Canteras, en la ciudad de Las Palmas (Isla de Gran Canaria, España) donde, bajo la dirección y simpatía de los brasileiros Valeria y Adilson, amén de su afable personal, podrás degustar los más deliciosos, sanos y ligeros platos, todo ello frente a un marco incomparable como es la majestuosa playa capitalina.
Con una decoración muy fresca y estival: paredes azuladas y cenefas de caracoles marinos, Naturalïs es un local acogedor, fresco cuando arrecia el calor y cálido en épocas de frío. Apacible emplazamiento, donde con un sonido envolvente, que va desde la “bossa nova” brasileira, hasta ritmos “chill out”, pasando por el más clásico pop anglosajón, se disfruta de los más singulares, deliciosos, saludables y tropicales platos, todo ello servido siempre “com muito carinho e muito amor”.
El elenco de delicias que ofrece Naturalïs es variadísimo: bocatas, sandwiches, ensaladas, tés e infusiones; zumos exóticos o cremas que harán las delicias del más exigente de los gourmets. El anhelado pimollo (pimiento con pollo, salsa de yogurt y pan chapata), las exitosas hamburguesas de soja y arroz integral, los demandados néctares amazónicos, dígase “Garota de Ipanema”, “Mulatinha” o la famosa “Caipirinha”, el codiciado volcán o las más variadas cremas, son algunas de las exquisiteces que conforman la carta de este veraniego local.
Naturalïs, tiene su domicilio en la calle Numancia nº 31 , a 100 metros del auditorio Alfredo Krauss. Ya sabes, si deseas saborear un delicioso manjar al flamear de la brisa marina y de relajantes ritmos musicales, Naturalïs es el lugar.

viernes, julio 22, 2005

Una catarsis de felicidad

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Yelena Isinbayeva, primera mujer en superar la barrera de los cinco metros en la modalidad de salto con pértiga

lunes, julio 18, 2005

Dopaje genético

¿Qué especie piensas qué es más rápida? ¿Un roedor o un humano? ¡Sí? ¿Tan seguro estás? ¿Tú crees? ¿Y en un futuro no tan lejano? ¿Ahora dudas? Tiempo al tiempo…

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domingo, julio 10, 2005

Pequeñas historias: me llamo...

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Soy estadounidense, tengo 40 años, y a pesar de lo que mi traje y mi rostro puedan denotar, ni soy Ángela Basset, ni esto es la alfombra roja, al contrario: me pagan por correr muy rápido...

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Para ser veloz es indispensable ser muy potente, tener unos fuertes cuadriceps…

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A las mujeres que practicamos deporte profesionalmente nos tildan de demasiado masculinas; pienso que es un “topicazo” de endebles machistas; a mí me encanta arreglarme, ¿qué te parece la cadena que sale de mi psoas?

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¿Y mi colita?

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Sin embargo, debo reconocer que mis zapatillas son muy feas, pero ¿qué hacer? ¿No os las pondríais si os pagaron una pasta por ello?

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¿Os he hablado de mis uñas y mi fornido abdomen?

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Eso último también es muy importante: tener un poderoso transverso, a modo de tableta de chocolate, pues así la fuerza del tren inferior se transmite con total garantía al superior. Sea como fuere, me llamo Gail Devers, y mi historia de vida comienza a principios de los años 90, cuando una grave enfermedad tiroidea casi me cuesta la vida, dos años después, crucé, contra todo pronóstico, la meta en Barcelona 92´, proclamándome como la mujer más rápida del orbe y haciéndo realidad el sueño de mi vida, demostrando que la fuerza, las ganas y los latidos del corazón, son los que, realmente, mueven el mundo.

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Mi mensaje es ese: Luchad por lo que anheláis. Besos, Gail.

sábado, junio 25, 2005

Son de mar

“Del profundo mar en calma salen dos serpientes de inmensas espirales, por encima de las olas levantan su creta y su pecho, mientras el resto de su cuerpo, se desarrolla a flor de agua; una de ellas ahora me aprisiona en medio de dos vueltas y me oprime con el doble anillo del amor y yo intento romper su nudo”