Una composición mayestática, desde su albor, hasta su ocaso. Gran película, espléndida banda sonora. Cuando surge una obra de similares característica, siempre me hago la misma pregunta: ¿Cuál fue el pensamiento, emoción, sensación, motivación, flash o sacudida que entabló a bosquejarla? Gracias a ese primer impulso sináptico tenemos esta portentosa obra. Se llama arte, sin más. Paso a contar una anécdota: Hace exactamente un año estuve en el Café dónde se rodó el susodicho film. Para los que estén interesados en ir está ubicado en el barrio de Montmartre, intro la capital gala, concretamente en la Rue Lepic. Ciertamente, a pesar de que la camarera se da un aire a Amélie (Audrey Tautou), el lugar se ha convertido en un auténtico cuchitril. Un tugurio en toda regla. Los personajes que allí se citan son de lo más variopintos. Sea como fuere, un affiche colgado en el fondo del local perpetúa el mismo como emplazamiento donde se llevó a cabo la filmación de tan magnánima joya.
miércoles, noviembre 12, 2008
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4 comentarios:
yo quiero ir!
adoro esa película y en mi cuarto está un poster de ella
:)
Películas como "Amélie" son las que me hacen seguir creyendo en el cine y que no todo está inventado.
Puede que el bar se caiga a pedazos, pero seguro que cuando entraste no tuviste esa sensación. ¿Viajaste hasta el fabuloso destino de Amelie Poulain...?
Oui Eme, j´ai voyagé au fabuleux destin d´Amélie Poulain.
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