lunes, noviembre 24, 2008

Esloco, loco, loco

Algún día relataré la historia de Mónica, porque es una de esas historias únicas, que deben ser contadas. Dotada de un modus vivendis para ser una corresponsal de alto nivel o una de las mejores fotógrafas del mundo ha sido un lujo trabajar con alguien como ella. Limpia de prejuicios. "Alfredo, no te engañes, en Irán la gente es muy hospitalaria. En Teherán me han tratado como en ninguna parte. La información que llega a Occidente está muy sesgada". Me decía, ya fuera en italoespañol, francés, inglés o alemán en aquellas maratonianas tardes entre zumos y ensaladas. Pero esto sólo es la punta del iceberg de una fábula que como ya digo algún día contaré. De momento, como elemento definitorio colocaré este vídeo. Su forma no tiene nada que ver con su vida, pero su trasfondo refleja lo que esta aventurera y extraordinaria suiza es: un compendio de positivismo y alegría que contagia a todos allá donde va.
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. . Me pregunto: ¿Cómo hemos podido coger tanto cariño a una persona a la que conocemos desde hace apenas un mes? En fin, que por desgracia todo lo bueno es breve y Mónica se nos marcha el primero del mes entrante y es por ello hoy le hemos hecho una fiesta de despedida como sólo ella se merece. Hasta pronto Loco, loco, loco… (Fotos en inversión temporal y casi al final de la fiesta. )
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1 comentario:

Unknown dijo...

nada mejor que conocer a un nuevo amigo.
nada mejor, aunque se vaya.

beso!