Esta antropóloga metida a artista no solo es una virtuosa encima de las tablas sino que además conjuga una voz inigualable, inenarrable y única a un talento y un desparpajo extraordinario. Goza de una puesta en escena tan espectacular y es tan bella, que sinceramente, duele verla. Hizo las delicias del respetable cantando, incluso, en zapoteco, idioma oaxaqueño. Es la MEXICANA Lila Downs. Tergiversando, en cierta medida, el himno de ese precioso país, México: "Una soldado en cada hijo le dio..."
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PD: ¿Habéis oido alguna vez Benediction and Dreams o Burn it blue?
2 comentarios:
Estás hecho un melómano, amigo Alfredo. ¡Je,je,je! ;)
Me la apunto ;)
Siempre vienen bien nuevos sonidos.
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