Nuevamente éste, mi mundo loco:

En Kenia, la más abominable experiencia que puede sufrir un ser humano: un padre ve morir a su hijo durante un tiroteo. Maldita estupidez humana. Corrupción, guerra, injusticia: ¿Hasta cuándo vamos a seguir con toda esta mierda?...

En Barcelona, militantes del movimiento Anima Naturis (nada que ver con Naturalïs) se desnudan protestando contra el uso de pieles para la manufactura de prendas de abrigo…

En Las Canarias, siguen llegando. A borbotones, en manadas, a granel; cual mercancía de carga. Personas qué simplemente anhelan una oportunidad para cambiar su destino. Las autoridades, a lo suyo, mirar a otro lado y Europa con los Mussolini, Hitler… perdón -por el lapsus- quise decir, Berlusconi, Sarkozy y el ala más rancia de la diestra en el viejo continente da una nueva vuelta de tuerca al problema con políticas reaccionarias de inmigración…

Mientras, unos protestan: Banksy, en Londres, protesta…

Otros, el común de los mortales; atónitos, ante tanto estupor y descalabro…

Y algunos: “A Dios rogando y con el mazo dando…”; ¿Verdad, Sr. Benedicto?

En fin, es el letargo de nuestros días (en la imagen anterior, el rascacielos giratorio con formato helicoidal que el arquitecto italiano David Fisher construye en Dubai y que pronto edificará en otras ciudades como Nueva York o Moscú):

Patronos de un enorme potencial (en la fotografía antepuesta, Puente Colgante del arquitecto español Santiago Calatrava llevado a cabo en Jerusalén) cuyo destino no sabemos encauzar…

Sea como fuere, siempre nos quedara, entre tantos reveses e infortunios, un brizna de esperanza (En la ilustración, Monte de Saentis en Suiza, 2500 metros sobre el nivel del mar)