viernes, abril 08, 2005

¡Fluoxetina por favor!

Cabeza Borradora (Eraserhead, 1977)

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Film de corte esquizoide, “Cabeza Borradora” se adentra en el cosmos de la paranoia más absoluta. Los análisis, tanto de profanos como de peritos, conllevan a polemizar acerca de la ilógica (o no) trama totalmente carente de sentido de esta obra; si uno se remite al desarrollo en sí de la cinta mantener lo contrario roza la utopía. El comienzo perturbador de la historia nos pone en la pista de lo que será la tónica del film: el rostro del protagonista Henry Spencer (Jack Nance) semi-invertido oscilando ligeramente, con una especie de planeta irregular tras su nuca, y un ser extraño que mira a través de un ventana y acciona palancas, parecen simbolizar los recovecos de un cerebro alterado, a ello se suma un gusano, con forma de sistema nervioso (encéfalo y médula) que cae en el fondo del charco, aspectos que detentan un devenir asfixiante para el latido del espectador.
Gestado en blanco y negro, “Cabeza borradora” fue el primer largometraje de David Lynch, realizado en 1977 tras cinco años de arduo trabajo. La psicología desquiciada y delirante del mismo no vaticinaba una gran acogida, sin embargo, su mismo trasfondo abstracto lo convirtió en film de culto y a su director le permitió sentar las bases para forjar lo que ha sido su posterior currículo de vida, caracterizado por su cine transgresor, obcecado en la grafía de la demencia más recalcitrante y del surrealismo más “dalinesco”. Diversos nominaciones al Óscar al mejor director o éxitos en series de televisión ponen nota a este incalificable sujeto cuando se ubica tras una cámara: “El hombre elefante” (1980), “Dune” (1988), “Corazón Salvaje” (1990), la televisiva Twin Peaks” (1992), “Carretera Perdida” (1997) y “Mulholland Drive” (2001), entre otras, son ejemplo de ello.
Al ya reseñado inicio, el protagonista, con su peculiar imagen (traje negro ajustado, camisa blanca, bolígrafos en un bolsillo) y característico corte de pelo (cabello apelmazado e ingrávido) divaga por una lúgubre y deprimente zona industrial, tras llegar a su hostal, su vecina (Judith Anna Roberts) le advierte que su novia Mary (Charlotte Stewart) lo anda buscando. Tras llegar a la casa de esta y ser invitado a cenar, durante la esperpéntica estancia, conoce la noticia de que ha sido padre de un bebé prematuro, deforme e inhumano, el cuál se encuentra aún en el hospital. Tras decidir vivir juntos con su pequeño, un híbrido entre un reptil, un gusano y un ternero, emprenden a ocurrir las andanzas mentales más absurdas en las neuronas de nuestro “protagonista”: una fantasía con una mujer rubia (Laurel Near), de mejillas deformadas que baila sobre un escenario, una aventura con su vecina (Judith Anna Roberts), u otra donde termina observando como su cabeza es destornillada y sustituida por la de su vástago, y como aquella (su testa) acaba en una fábrica siendo utilizada como goma de borra para lápices.
El ocaso de la película llega con una escena un tanto escatológica: Henry desesperado corta las vendas que suturan el diminuto y amorfo cuerpo de su pequeño mientras este sufre. Las susodichas se separan y se observa una anatomía excrementosa. A continuación, su padre le inflige la muerte al pinchar en lo que parece adivinarse como uno de los pulmones de la criatura… una erupción de espuma, una música cortante y un centellear de luces, cortocircuitos en una situación supra-febril, donde la sesera de su hijo crece abrumadoramente hasta un cegador brillo de luz y el encuentro con la bailarina “desmofletada” de sus sueños que ponen fin a la pesadilla.
En síntesis, una oda a la Esquizofrenia más inconexa e irremediable, ambientada en un decrépito ambiente fabril, aderezada con una electrizante música ensamblada en un luces y sombras continuo (un marco hipertensor muy en la línea de la “Metrópolis” de Fritz Lang) que invitan al espectador a asistir a la butaca del cine con el blister de Prozac en la mano y a ser consciente por su propio bien de que el cine, realmente, es pura ficción.
Título: Cabeza Borradora (Eraserhead) País: EEUU Duración: 90 minutos Dirección: David Lynch Producción: David Lynch Guión: David Lynch Fotografía: Herbert Cardwell, Frederick Eles Música: Peter Ivers, David Lynch Música adaptada: Fats Waller Interpretes: Jack Nance, Charlotte Stewart, Allen Joseph, Jeanne Bates, Judith Anna Roberts, Laurel Near, V. Phillips-Wilson. Jack Fisk, Jean Lange, Thomas Coulson, Jonh Monezz, Darwin Joston, Neil Moran, Hal Landon Jr., Brad Keeler.

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